"...Frente a quien incumple las leyes el Estado actuó protegiendo el derecho de todos el día 1 de octubre, por ello debo de agradecer en nombre de los españoles a quienes han actuado de manera ejemplar y han cumplido con sus funciones en condiciones muy difíciles. Me refiero a los jueces, fiscales, pero también a la Policía Nacional (PN) y la Guardia Civil (GC). Todos ellos han desempeñado con entrega y profesionalidad su labor, han incautado material, han hecho registros, han planteado denuncias, han citado autoridades públicas y todo de acuerdo a las garantías democráticas de nuestro estado de derecho".
La cita pertenece a Mariano Rajoy y la pronunció este miércoles ante el pleno del Congreso, celebrado para analizar la declaración de independencia de Catalunya. Y mientras esto ocurría, el conseller de salud de la Generalitat, Antoni Comín, declaraba que "el herido por el impacto de un disparo con pelota de goma, durante las cargas policiales del 1-O, ha perdido la visión de un ojo". El hombre, de 38 años, había ido a votar al colegio Ramón LLull de Barcelona y tuvo que ser hospitalizado de urgencia y operado para la reconstrucción de parte del rostro luego de recibir el impacto de una bala de goma. Luego de una semana "este 9 de octubre ha sido dado de alta y sus médicos han confirmado que lamentablemente ha perdido la visión del ojo afectado", afirmaba Comín.
Pero el 1-O, no hubo sólo un herido. Ochocientas noventa y tres personas fueron atendidas por los servicios de sanidad a causa de la actuación de la policía, y en su largo discurso ante el Congreso Mariano Rajoy no se dirigió a ellas; para el presidente los responsables de la violencia fueron los que realizaron el referéndum, o sea, el gobierno de la Generalitat, y las imágenes que -en vivo- nos mostraron la actuación de la policía son producto de la manipulación. "A nadie le puede gustar lo que ocurrió el 1 de octubre, ni de la imagen que se dio, ni de la farsa de las votaciones, ni de la burdas manipulaciones que ese dia se vertieron contra la PN y la GC, nada de eso debió de haber ocurrido pero los únicos responsables son los que se empeñaron en mantener esa convocatoria a sabiendas de que era absolutamente inviable", afirmó Rajoy.
Horas después del agradecimiento de Rajoy a "las fuerzas de seguridad", por los 'servicios prestados', Human Rights Watch dio a conocer el resultado de un informe independiente sobre la actuación de esas mismas 'fuerzas de seguridad' durante el referéndum catalán, según señala el documento: "la policía española usó de manera excesiva la fuerza contra manifestantes en Cataluña durante un controvertido referéndum, utilizando porras para golpear a personas que resistían pasivamente, causandoles múltiples heridas". Human Rights Watch también asegura haber recibido "muchas acusaciones de un uso injustificado de la fuerza por parte de la policía el 1 de octubre de 2017", y por eso afirma que "llevó a cabo investigaciones in situ después de la votación para documentar incidentes específicos".
Human Rights Watch informa que, "luego de hablar con víctimas y testigos y de la revisión de diversas pruebas que incluyen fotografías, vídeos, e informes médicos, de las ciudades de Barcelona y Girona, donde se realizaron las cargas policiales, han encontrado que la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía hicieron en ocasiones un uso excesivo de la fuerza el 1 de octubre, conforme trataban de ejecutar órdenes judiciales para impedir la votación". Kartik Raj, investigador de Europa Occidental de Human Rights Watch, también señala en el informe que en su "detallada investigación de tres casos encontró que los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil utilizaron la fuerza de manera excesiva el 1 de octubre en Cataluña”. En el documento Raj manifiesta: "si bien es cierto, "la policía tenía a la ley de su parte para ejecutar una orden judicial, eso no le daba derecho para usar la violencia contra manifestantes pacíficos”.
"El Gobierno español tiene la obligación de garantizar una investigación efectiva sobre las denuncias del uso excesivo de la fuerza, incluidos los graves incidentes documentados por Human Rights Watch. Dada la tensión actual entre las autoridades centrales y regionales y las preguntas complejas de jurisdicción, España debería considerar solicitar la asistencia de un organismo internacional independiente", afirma Human Rights Watch en su informe.
¿Broma armada?
Este lunes 9 de octubre, la Unión Federal de Policía (UFP) publicó un tuit en el que un grupo de efectivos encapuchados, armados con fusiles de asalto y haciendo referencia a la campaña "hablemos", pocos días antes del referéndum y cansados por la guerra de banderas española y catalana, que se ha desatado en los balcones tanto de Barcelona, como de Madrid; una agencia de publicidad colgó en su balcón -en plena Gran Vía de Madrid- su propia bandera con la palabra "parlem?" (hablemos). La iniciativa que pretendía fomentar el diálogo entre los gobiernos catalán y español, ha sido utilizada por el sindicato policial en un sentido totalmente contrario.
Este tuit indignó al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont que respondió con otro en el que decía: "Les asusta más el diálogo que la violencia". Según la UFP, la fotografía era "un meme para quitar tensión al desafío independentista [...]“no es una amenaza, ni mucho menos" [...] "es uno de tantos ‘memes’ que circulan por Internet estos días sobre la situación en Cataluña”, aseguraba a un diario local un portavoz del sindicato policial, para quien "lo único discutible del tuit es haberlo difundido a través de la cuenta oficial de Twitter del sindicato, si se hubiera hecho desde cualquier cuenta particular no se hubiera montado el revuelo que le están dando determinadas personas”.
Sin embargo, en el clima de tensión político y social que se vive actualmente en Catalunya, el tuit de la UFN no habría tenido el efecto esperado, el de hacer "una broma".
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