Truena. Truena mucho esta tarde en Catalunya, el otoño irrumpe a todo vapor y mientras recojo la ropa del tendedero que tengo delante de casa, como hacían mi abuela o mis tías en Lima, en la quinta de La Victoria donde vivían, hablo con mi vecina, catalana de pura cepa, mujer pacífica, maestra jubilada y movilizada por la independencia de su país, quien como yo, respondiendo al llamado de los truenos, ha corrido a recoger su ropa y hablamos; y entre frases sobre el tiempo sale el tema, el que nos tiene a todos en vilo desde hace unos días: las acciones de España en contra del referéndum catalán.
"Tenemos una nueva palabra de moda" -dice- "tumulto, no sé cuántas veces la he escuchado hoy", replica. Y sí, esta mañana "tumulto" es la palabra estrella. Según el gobierno español en Catalunya se han desatado "tumultos", debido a las "manifestaciones tumultuarias", que podrían llevar a consecuencias nefastas para los catalanes. El presidente español, Mariano Rajoy, ha vuelto a asegurar por activa y por pasiva que actuará con todos los medios a su alcance para evitar la realización del refeŕendum, es más, el ministro del Interior español, Juan Ignacio Zoido, ha enviado una carta al conseller de Interior de Catalunya, Joaquim Forn, para comunicarle la llegada de una nueva dotación de efectivos, entre Policía Nacional, Guardia Civil y cuerpos de seguridad para "dar apoyo a los Mossos d'Esquadra". Apoyo que los Mossos no han pedido.
"El gobierno en virtud de las facultades que contempla el artículo 38.2 de la l.O 2-1986 del 13 de marzo ha decidido desplazar a Catalunya diferentes unidades de refuerzo a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado que ya cumplen sus misiones en esta comunidad autónoma. Asumirán funciones de refuerzo y de apoyo a las unidades de los Mossos d'Esquadra que tiene encomendadas las funciones de policía judicial y asumirán la mejor coordinación entre la administración autonómica y la administración central en el ámbito de las fuerzas y cuerpos de seguridad". Así corroboraba el portavoz del gobierno español, Iñigo Méndez de Vigo, la carta del ministro Zoido.
Por estos días y por el audio de un mensaje de un policía nacional, "en Catalunya hay efectivos para arrasar Beirut, pero no hacemos nada porque el gobierno nos dice que no contestemos a ninguna provocación, lo que pasa es que nos calentaremos y aquí se armará de la dios". Pero, a pesar de las palabras del efectivo, para el ministro del Interior parece que no hay suficientes policías desplegados en Catalunya, a donde según fuentes policiales ya han sido desplazados 4000 y en las próximas horas se espera la llegada de 2000 más, ellos integrarían el dispositivo excepcional coordinado por la Secretaría de Estado del Ministerio del Interior para impedir la realización del referéndum catalán. Según el conseller de Interior de la Generalitat, esto es la intervención directa de la policía autonómica pues, "cuando concurren diferentes cuerpos policiales, la dirección de los mismos corresponde a la Policía Nacional, por tanto estamos ante una clara vulneración de las competencias de la policía catalana y por ende ante una intervención en toda regla".
Comando Piolín
Los efectivos policiales destacados a Catalunya ya son conocidos por algunos como "el comando piolín", y es que el Ministerio del Interior ha fletado 3 barcos para alojarlos. Una de las embarcaciones es un crucero infantil y lleva a los personajes de los Looney Toons pintados en el casco, lo cual ha sido motivo de ingentes bromas en las redes sociales, además los policías que ocupan las naves se quejan de que los camarotes son medida niño, las duchas son estrechas y el desayuno es escaso. Es imprescindible destacar que los estibadores del puerto de Barcelona y de Tarragona -ciudades donde están atracadas las naves- han manifestado que no les darán ningún tipo de servicio.
¿Manifestaciones tumultuarias?
Este viernes como decía mi vecina, 'tumulto' es la palabra, pero 'sedición' también. Mariano Rajoy y su gobierno andaban buscando la excusa perfecta para desplazar una gran cantidad de efectivos de seguridad para cumplir con su promesa de que el referéndum del 1-O no se realice y -en el intento- no quedar mal ante la UE, por ello han calificado de "manifestaciones tumultuarias" a las protestas que desde este martes se realizan por todo Catalunya en contra de la intervención del autogobierno de Catalunya. Desde el gobierno central se pretende amedrentar con penas de prisión a aquellos que desde sus cargos o desde el libre ejercicio de su ciudadanía faciliten la realización del referéndum, y las acusaciones de prevaricato, desobediencia y malversación -a los miembros de la mesa del Parlament por permitir la votación de la Ley del Referéndum, a los integrantes del gobierno catalán y a los más de 700 alcaldes que han firmado un manifiesto de adhesión a la consulta- pues no le valen, en cambio el de sedición sí. Y justamente la sedición ocurre cuando hay un tumulto, así que 'sedición' y 'tumulto', 'tumulto y sedición', lo confirmo: son las palabras más escuchadas hoy.
Artículo 544 del Código Penal español: "Son reos de sedición los que, sin estar comprendidos en el delito de rebelión, se alcen pública y tumultuariamente para impedir, por la fuerza o fuera de las vías legales, la aplicación de las Leyes o a cualquier autoridad, corporación oficial o funcionario público, el legítimo ejercicio de sus funciones o el cumplimiento de sus acuerdos, o de las resoluciones administrativas o judiciales".
Desde hace 48 horas, cuando se produjeron las detenciones de altos cargos del gobierno catalán y de algunos funcionarios, los catalanes salieron a las calles en manifestaciones pacíficas para exigir su libertad. Este jueves acamparon delante del edificio del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y prometieron quedarse allí hasta que todos los detenidos fueran liberados. Los universitarios también se manifestaron en sus centros de estudios y acudieron delante del TSJ con el mismo fin y además han pedido a los rectores de sus universidades que se sumen a la protesta y que declaren el inicio de una huelga. Un conocido supermercado catalán se ha encargado del suministro de comida y bebida a los que han pernoctado en el lugar y a todos estos actos en los que no se ha roto un plato, el gobierno español les llama "tumulto" y "sedición".
"Hasta cuando Puigdemont vas a seguir abusando y tensionando al pueblo de Catalunya. Esos jueces son pueblo de Cataluña, esos medios de comunicación son pueblo de Catalunya, esos niños que acarrean a las manifestaciones son pueblo de Catalunya, los mismos guardias civiles que estaban haciendo los registros son pueblo de Catalunya, el Tribunal Supremo de Justicia de Catalunya es una institución de Catalunya recogida en el Estatuto de Catalunya. Que deje ya de atropellar los derechos de su pueblo" (Vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría)
Por otro lado, 'advertencia' también es otra de las palabras del día. El delegado del gobierno español a Catalunya, Enric Millo, recuerda a los directores de Institutos de Educación Secundaria que han de cumplir con lo dicho por el Tribunal Constitucional (TC): que son los responsables de autorizar cualquier actividad que se realiza fuera del horario escolar. "Cualquier actuación de los directores de los centros que pudiera suponer una autorización, incluso tácita, del uso de los mismos para la celebración de actos ilegales convocados por la Generalitat el 1 de octubre, podría hacerlos incurrir en responsabilidades penales por delitos de prevaricación desobediencia y malversación de fondos públicos". Con esto el gobierno español pretende que los directores de las escuelas impidan el uso de los locales que administran para que -como es costumbre- sirvan de centros de votación
Y llegó la "sedición"
La Fiscalía General del Estado acaba de presentar ante la Audiencia Nacional una denuncia por delito de sedición. La denuncia se refiere a la manifestación de ciudadanos que se congregó el martes delante de la Consellería de Economía, debido a los registros que durante todo el día practicó la Guardia Civil en ese lugar. Por la noche cuando los efectivos intentaron retirarse, los manifestantes -que previamente habían llenado de pintadas y de stickers por la independencia sus autos- les cerraron el paso, los guardia civiles tuvieron que pedir ayuda a los Mossos d'Esquadra para poder desplazarse. Es curioso destacar que "tumulto" también fue palabra mencionada en reiteradas oportunidades por el portavoz del gobierno español, durante una conferencia de prensa realizada una horas antes que se conociera la denuncia realizada por la fiscalía. Según el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, "esta es otra de las pruebas de la falta de separación de los poderes del Estado en España".
La Fiscalía General del Estado ha pedido que se abra una gran causa en contra de todos los presentes en las manifestaciones ocurridas estos días. Pero ¿cómo harán para identificarlos a todos? ah, es verdad, para eso eran las cámaras gopro que los guardia civiles llevaban colgadas al pecho, las mismas que supongo también habrán registrado cuando los "sediciosos" ponían claveles en los parabrisas de los autos de la policía o les ofrecían agua y comida para que pasaran su guardia de manera más amable.
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