Por décadas, España ha intentado crearse una marca, la de ser un país moderno, democrático y garantista. Luego de la dictadura de casi 4 décadas del Generalísimo Francisco Franco, el ‘Procés’ independentista está sacando toda la porquería que este país acumula debajo de la alfombra desde la Transición hecha a trancas y barrancas porque justamente, había que equipararse a los demás ‘amigos’ europeos. En esos momentos, en el viejo continente el único vestigio de autoritarismo que quedaba era el muro de Berlín.

Este martes 12 de febrero, pasadas las 10 de la mañana, se ha dado inicio al juicio a 9 exconsellers del gobierno catalán, entre ellos Oriol Junqueras, el vicepresident de Carles Puigdemont al momento de la realización del referéndum de autodeterminación del 1 de octubre de 2017. Ellos fueron los que se quedaron cuando el President decidió exiliarse, y aunque viajaron con él a Bruselas, volvieron para ponerse a derecho ante la justicia española.

Sin embargo, la justicia española, hasta el momento, no ha dado muestras de ser muy justa. Entre las irregularidades más escandalosas señaladas por las defensas de los acusados está la falta de respeto al juez determinado por la ley. La causa del ‘Procés’ se está juzgando en la corte Suprema española, cuando debería de hacerse ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, vulnerándose así el derecho a la doble instancia de defensa de los imputados y negandoles la posibilidad de recurrir el fallo dentro del país.

Entre los imputados, contra los cuales se ha iniciado el juicio hoy en la Corte Suprema y que se encuentran en prisión desde octubre de 2017, también están Carme Forcadell, expresidenta del Parlament catalán y ‘Los Jordis’: Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, responsables de las asociaciones civiles catalanas que de manera pacífica auparon el Procés. Pero la Corte Suprema también juzga a otros 3 exconsellers que están en libertad provisional, previo pago de fianza. La Fiscalía del Estado también pide una multa de 30 mil euros para seis ex parlamentarios.

Los 4 últimos del cuadro, entre ellos el jefe máximo de los Mossos d'Esquadra, el que desbarató en menos de una semana a la banda terrorista islamica que actuó en Barcelona en agosto de 2017, el Major Josep Lluis Trapero, son juzgados por la Audiencia Nacional, la corte creada en España para juzgar casos de terrorismo.

Irregularidades a discreción

Otra de las injusticias de la justicia española es perseverar en las acusaciones por rebelión y sedición a los exconsellers, a ‘Los Jordis’ y a la expresidenta del Parlament, cuando por lo menos 3 tribunales internacionales: Alemania, Inglaterra y Bélgica, no ven esos delitos entre los políticos del gobierno catalán que se encuentran en el exterior, ni siquiera encuentran que se pueda imputar de estos hechos al ex President Puigdemont, quien como ha dicho hoy mismo en una conferencia de prensa: «Fui el organizador de todo».

Para los 12 imputados, la fiscalía pide 214 años de prisión por haberse atrevido a organizar un referéndum de autodeterminación que no está penado en el Código Penal español, pero no imputa ni cita a Carles Puigdemont, President el 1 de Octubre, hombre que declaró la independencia de Catalunya dos veces y dos veces la suspendió, hombre al que desde la derecha y la ultraderecha española denominan ‘prófugo’, y esto nos lleva a dos paradojas, la primera, se conoce el paradero del ‘prófugo’ y la segunda no se le cita irrespetando su derecho a defensa, que según ley podría ejercer por vía telemática.

El Supremo dice que no cita a declarar a Carles Puigdemont porque «está en rebeldía» —por haber salido del país para eludir a la justicia española— y por eso quien por lógica tiene más que decir en este procedimiento en el que, además, se le acusa por rebelión, no podrá defenderse. A esto se le suma una nueva paradoja, el Presidente «en rebeldía» viaja por Europa internacionalizando la causa del independentismo y nadie lo detiene.

Durante la mañana y por tres horas, las defensas han ido presentando lo que se llama las ‘cuestiones previas’ una serie de discursos en los que se han quejado primero de los delitos de los cuales se acusa a sus clientes, de las irregularidades durante la investigación del caso, de la prisión provisional de los acusados que ya dura 16 meses y han hecho mención a sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en las que se señala que las protestas y el derecho a la autodeterminación están garantizados como parte de los derechos fundamentales de los ciudadanos.

Por la tarde se sigue con la presentación de las cuestiones previas en las que cada abogado de los imputados tiene 45 minutos para intervenir, sentar las bases de su defensa y continuar con sus quejas. El pliego de reclamos es largo y en el se ha incluido la incapacidad de citar al rey a declarar por su discurso del 3 de Octubre en el que trató a Catalunya como un enemigo a vencer; si bien es cierto, por ley, el rey no está obligado a declarar, si que podría hacerlo de ‘buen grado’, sin embargo, la Corte Suprema ni siquiera tiene el gesto de ‘invitarlo’.

Otra de las quejas es no poder citar a 5 de los policías identificados como agresores de los votantes catalanes el 1 de octubre, pues los cuerpos de seguridad españoles han actuado como la iglesia católica con los sacerdotes pederastas, los han cambiado de destino y no se sabe adónde. Así las cosas, esta será una causa, larga, más de mil folios comprenden toda la instrucción y los 12 encausados deberán explicarse, sin embargo, todo podría acabar rápido, rápido, el calendario electoral podría condicionarlo todo.

Espada de Damocles 

Pedro Sánchez, a quien posiblemente no le aprueben los presupuesto este miércoles, es un gobierno débil, él ocupa el sillón presidencial luego de la moción de censura en contra de Mariano Rajoy —por estar inmerso en el caso de corrupción de la trama Gurthel, el Odebrecht español— gracias a los votos de Podemos y de los partidos catalanes independentistas, estos últimos ya le han dicho que no votarán a favor de sus cuentas si no tiene un ‘gesto’ con los encausados catalanes y no acepta hablar de la autodeterminación de Catalunya.

Sin embargo, Sánchez es impotente, es decir, no puede ni hablar de beneficios para los presos catalanes ni de autodeterminación para Catalunya, permitiendo la realización del anhelado referéndum catalán, porque en cuanto comienza a mirar con ‘cariño’ estos temas PP y Ciudadanos, sus ex socios del 155, aplicado en Catalunya para gobernarla desde Madrid aprietan por la derecha y no le dejan margen de acción, incluso salen a las calles acompañados de la ultraderecha española y hasta de Mario Vargas Llosa, para gritarle “traidor”.

Es muy curioso, como el nóbel, el marqués, Mario Vargas Llosa, se alinea en contra de los fujimoristas en Perú, la tierra que le vió nacer y marcha en Madrid con la derecha y la ultraderecha del brazo.

Con los pantalones abajo

El Procés catalán es el acto de mayor exposición de España, su desarrollo ha hecho implosionar la política del Estado y le ha quitado la etiqueta de país democrático occidental perfectamente adaptado a los tiempos. Hoy España es el primo garrulo de la Unión Europea, el fortachón sin cerebro que soluciona todo con amenazas, gritos y golpes.

De la resolución del juicio a los catalanes depende que España se lave, o no, la cara ante la opinión pública, sobre todo, internacional. Si la libertad de poderes tan mentada por el gobierno y la justicia de este país existen, este es el momento de demostrarlo, aunque si después de todas las ‘cuestiones previas’ de la defensa, la causa sigue en el Supremo, pasándose por alto la jurisdicción que toca por ley, se confirmará lo que es un secreto a voces, que España no sabe hacer política, que se ha quedado en la época del imperio y que sólo impone y castiga.

Derecho a pataleo

Este mediodía los trabajadores catalanes han realizado la ‘Aturada de Païs’, un paro de 10 minutos por el inicio del juicio del ‘Proces’. Delante del Palau de la Generalitat en Barcelona y delante de la Delegación del Gobierno español en Girona la protesta ha consistido en 10 minutos de silencio, en el sector educación, los estudiantes, desde tercero de secundaria, también han protestado.

Delante de la Conselleria d’Economía, ubicada en la segunda rambla más conocida de Barcelona, la Rambla de Catalunya, los allí congregados se desgañitaban gritando «llibertat presos politics», «no es un juicio es una farsa», «ni olvido ni perdón». En esta Conselleria tuvo lugar en septiembre de 2017 la manifestación por las cuales 'Los Jordis' han sido imputados por rebelión y sedición

This is the real Spain

A continuación los vídeos con los que España se vende como una democracia consolidada, garantista e inclusiva, lo que pasa es que si tienes que hacer marketing para decir lo que eres, puede que no lo seas tanto ¿no?



Este blog sobre el inicio del juicio a los independentistas catalanes ha sido originalmente publicado en teleoLeo.com