PPK baila. Entre petardos, tamales y panetones el presidente ha indultado al genocida, corrupto y expoliador Alberto Fujimori. Su mala salud es el pretexto. Salud que se vio sospechosamente agravada luego que 'el demócrata Kenji' le diera su apoyo para evitar que lo saquen de la silla presidencial. Y aquí se concreta aquello de que “lo que boquita come, indulto paga”. Esta navidad, PPK baila sobre los cadáveres, las esterilizaciones y los abusos cometidos por el ingeniero. Ahora, gracias al "presidente de lujo" tenemos al peor presidente del Perú suelto. Pero Guerrero ya va al mundial y eso es más importante. 

Según ha declarado el doctor Helmer Huerta en RPP, “el indulto es una decisión meramente política”. Entre otras cosas, el informe médico de Fujimori -realizado por una junta en la cual participaba el médico del exreo- dice claramente que este señor no tiene ninguna enfermedad terminal, que los males que le aquejan están relacionados con la edad, pero recomiendan el indulto 'porsiaca'. 'Porsiaca' el encierro haga que el 'cáncer del mal vuelva'. Luego de 6 operaciones y de las revisiones realizadas durante varios años -dice Huerta- "el cáncer ha remitido".

IDL ha dicho que recurrirá el indulto de Fujimori ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, sin embargo, el abogado penalista Mario Amoretti ha dicho que esto no corresponde porque Fujimori no fue condenado por delitos de lesa humanidad, porque si bien es cierto en una parte de la sentencia se menciona esta causal, en el fallo desaparece y finalmente sólo es condenado por homicidio calificado y secuestro agravado

Sin embargo, Amoretti no dice la verdad, pues en la página 706 de la sentencia en contra de Alberto fujimori se puede leer claramente:  "Los mencionados delitos de homicidio calificado y lesiones graves constituyen crímenes contra la Humanidad según el Derecho Internacional". Los delitos de homicidio calificado fueron cometidos contra 25 ciudadanos peruanos y las lesiones graves contra otros 4. Así que sí, IDL debe recurrir el indulto. 

Sin embargo, hay otro delito por el cual el expresidente podría volver a ser encarcelado y esta vez sin salvación, ni PPK que le ayude. A comienzos de 2017, varios colectivos sociales y organizaciones no gubernamentales solicitaron a la Fiscalía del Perú acusar a Alberto Fujimori por delitos de lesa humanidad, como supuesto responsable de la esterilización inadecuada o forzosa a unas 236.000 mujeres y la práctica de vasectomías a más  de 20.000 hombres. 

Si bien es cierto, además de haber sido indultado, Fujimori también ha recibido el derecho de gracia que lo libera de condenas futuras, una corte internacional podría no ser de la misma opinión y recordemos que los delitos de lesa humanidad no caducan y tienen jurisdicción universal. Lamentablemente la fiscalía peruana ha sido lenta en hacerse eco de esta denuncia, pues en octubre de este año los denunciantes se quejaban a los medios de la falta de avances. 

Sin embargo, y aunque Alberto Fujimori haya sido beneficiario de un quid pro quo, así lo afirman incluso los medios internacionales -hoy la televisión pública catalana ha difundido la noticia del indulto especulando lo que muchos peruanos, que el indulto es el pago a la abstención de Kenji y los 'albertistas'- no debemos olvidar los delitos cometidos o en los que tuvo capacidad de decisión Alberto Fujimori.

Que nadie olvide La Cantuta, Barrios Altos, las mencionadas esterilizaciones, los Vladivídeos, el pago de educación de los hijos del expresidente con el dinero de todos los peruanos, a Leonor La Rosa, Mariella Barreto, los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer Ampudia, la entrega de 15 millones de dólares a Vladimiro Montesinos por los servicios prestados, la droga en el avión presidencial, el espionaje telefónico a todo aquel contrario al régimen, la creación de la prensa chicha que se encargó de intoxicarnos por años, el desvío de fondos de las FF.AA. al SIN,  y más.

Según el diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo de la Universidad del País Vasco son delitos de lesa humanidad, "los actos inhumanos que causan intencionalmente grandes sufrimientos o atentan gravemente contra la integridad física o la salud mental o física cuando se cometen como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque". Y eso fue lo que hicieron Alberto Fujimori con su socio necesario Vladimiro Montesinos.

No olvidemos aquel vídeo que hace unas décadas vimos en un programa nocturno dominguero, en que durante una cena con altos mandos de las Fuerzas Armadas decía que si para matar a un terrorista hay que matar a todo un pueblo, bien muertos están. Creo que es momento que el "presidente de lujo" de un paso al lado, atrás o a donde mejor le parezca, pero lejos de la dirección del Perú.