España retrocede, ya no quiere la extradición de Carles Puigdemont ni de sus consellers, así lo comunicó ayer la justicia española a su homóloga belga. Para Puigdemont, la acción del Tribunal Supremo de Justicia español, sólo responde al temor al escrutinio de la justicia europea. “Tienen miedo de la mirada del mundo, cuando las leyes las hacen ellos y las administran ellos, son muy valientes, pero cuando no pueden controlar a jueces amigos ni a fiscales que 'afinan' y tienen toda la mirada del mundo concentrada, ya no son tan valientes”, señala el President desde Bruselas. 

España tiene una papeleta muy gorda, por qué: ¿cómo explica el retiro de la euroorden mientras que aún mantiene en prisión preventiva a dos consellers y a los Jordis? ¿Es que no es necesaria la prisión preventiva ni la orden de captura del president? y si no era necesaria ¿por qué la emitió? Según Pablo Llarena, juez del Tribunal Supremo a cargo del caso, “se ha definido que los hechos pudieran haberse perpetrado mediante el concierto de todos los investigados y con una unidad jurídica inseparable, esto es, que la depuración de las distintas responsabilidades penales deba ser llevada de manera unificada, pues de otro modo podría romperse la continencia de la causa y conducir el proceso a respuestas contradictorias y divergentes para los distintos partícipes”.

En cristiano 

Lo que quiere decir el juez es que no puede permitirse que Bélgica le entregue a Puigdemont y los consellers que se mantienen a su lado, por delitos menores a los consignados en la querella presentada por el extinto fiscal José Manuel Maza a saber: rebelión, sedición, malversación, prevaricación y delitos conexos. Hemos de tener en cuenta que la justicia belga analizaba cada uno de estos delitos y había de decidir si aceptaba la extradición por todos ellos, o sólo por algunos, y que la justicia española estaba obligada a reformar su acusación y juzgar a Puigdemont por los delitos que señalase Bélgica; o también podría haber denegado la euroorden.

Paso a paso y en fácil 

Este martes, horas antes de que el Tribunal Supremo anulase la euroorden, el abogado de Carles Puigdemont afirmaba, que contrariamente a los que se dice desde el Estado español, su cliente no es un ‘fugado’ porque se ha puesto a disposición de la justicia belga y cumple con las medidas restrictivas que le han impuesto. También manifestaba cómo iba el proceso de “extradición” en Bruselas y explicaba que había 3 caminos posibles:

 1.- Bélgica acepta la euroorden por los delitos que señala y extradita al President. Puigdemont es devuelto y juzgado en España.

2.- Bélgica no acata la euroorden. Puigdemont tendría que permanecer en Bélgica durante 20 años a la espera de que prescriban los delitos.

3.- Bélgica acepta la comisión de algunos o uno de los delitos de la euroorden y devuelve a Puigdemont a España donde tendría que ser juzgado sólo por esos o ese delito. Si sólo lo encontrase culpable de desobediencia no conllevaría cárcel. Este último era el mejor de los escenarios.

Ante esta información que se difundió a primera hora, ¿qué hizo justicia española?

-Dos horas después, el Tribunal Supremo anuló la euroorden, pero no la orden de captura en España, con lo cual Puigdemont y los consellers en el exilio quedan fuera del ámbito de la justicia belga y de volver a España se enfrentan a la prisión por la querella tal cual la presentó el extinto fiscal Maza, con lo cual según el propio abogado podría ir a prisión por  42 años debido a la acumulación de las causas que se les imputan.

Los efectos prácticos de la anulación de la euroorden le evitan al juez Llerena:

1.- Que Bélgica le enmiende la plana

2.- Dejar en evidencia la falta de garantías de la justicia española.

Idas y venidas

Este lunes Carles Puigdemont y a los 4 consellers acudían a una nueva cita con el juez belga, encargado de tomar una decisión respecto a la euroorden que pedía la entrega del president y de sus consellers a la justicia española, ellos llegaron como en otras oportunidades en coches camuflados, entraron al juzgado por una puerta lateral para no ser registrados por la prensa y sin esposar pues no son presos peligrosos. Al final de la vista, el juez dijo que seguiría estudiando el caso y que los volvía a citar para el próximo 14 de diciembre para darles a conocer su decisión.

Esa misma mañana en España, el Tribunal Supremo que ha agrupado todas las causas de los integrantes del Govern y del Parlament en una sola, recibía a los abogados de los 8 consellers encarcelados y de 'los Jordis' para comunicarles su decisión sobre si los liberaba o no. El viernes pasado los 10 presos políticos habían sido citados para declarar delante del juez Pablo Llerena, delante del cual tuvieron que acatar el artículo 155 de la Constitución -que ha desactivado el Govern- y retractarse de sus intenciones independentistas. Ellos fueron llevados al Tribunal Supremo en furgonetas de la policía, esposados y con las sirenas encendidas.

¿Qué pasará a partir de ahora?

Lo lógico es que la justicia española vuelva a citar a declarar al president y los consellers que están en Bélgica. Según el abogado de los acusados ellos pedirán declarar por videoconferencia -prerrogativa perfectamente legal- si la justicia española se niega y exige que lo hagan de manera presencial, tendrían que desplazarse a España donde serían detenidos de inmediato y eso no ocurrirá porque el president ha dicho que no se desplazarán a España hasta que no le garanticen que no serán detenidos. En ese momento, la justicia española podría volver a emitir otra euroorden.

En previsión de que esto ocurra y de que la no la jugada no se les vuelva a torcer, el ministro de Justicia Rafael Català acaba de anunciar que replanteará en Europa las Órdenes de Detención y Entrega. Lo hará este viernes frente a los demás ministros de Justicia de la Unión Europea en una reunión que mantendrán en Bruselas: "es necesario reflexionar sobre la revisión del sistema de euroorden, porque ha perdido eficacia", afirma Català.

Según el ministro, luego de como se han manejado las cosas con el president Puigdemont "el sistema necesita revisión". Las euroordenes generalmente son acatadas de inmediato, pero es que generalmente se utilizan para impedir la impunidad de los delincuentes, sin embargo, la justicia belga no tenía muy claro que delitos habían cometido Puigdemont y sus consellers, o si es que en verdad habían cometido alguno. 

Y mientras todo esto ocurre, las calles de Bruselas se llenan de catalanes, y es que este jueves se prevé la presencia de entre 20 y 30 mil que bajo el lema "Europe, Wake Up! Help Catalonia", se han desplazado hasta la capital de Europa para pedir a las instituciones europeas que se posicionen de manera clara sobre el proceso soberanista y los encarcelamientos de los consellers destituidos y de los líderes independentistas.

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