“Cuando desperté, mi cuerpo no reaccionaba, estaba en su cama, no sabía qué había pasado, él me estaba penetrando la vagina y sólo pude decirle —suéltame, no quiero; pero no me hizo caso y continuó. Me penetró en el ano, y grité...

Esta es la historia de una violación, la de Lezly Carrasco de 24 años de edad. Ella fue ultrajada por un compañero de la Universidad del Callao, donde ambos estudian. Según explica la joven, so pretexto de proponerle un proyecto de trabajo, José Eduardo Pachas Quispe, la citó y la llevó a su departamento, donde le dio a beber alcohol y, probablemente, la drogó para hacer poder someterla.

"Mi nombre es Lezly Carrasco Solis, el día 6 de febrero del 2018, me reuní cerca a la universidad con José Eduardo Pachas Quispe, me propuso un proyecto de trabajo  y acepté. Almorzamos juntos, luego fuimos a su departamento donde iba a enseñarme las muestras del producto a elaborar".

A las 4 de la tarde Lezly quiso irse a la universidad, tenía clases. Pachas la convenció para seguir conversando, "me ofreció tomar vino, y yo acepté". Según la joven, Pachas salió a comprar y volvió con dos botellas. "A las 7 de la noche le dije que me iba, pero me invitó a comer, acepté y volvió a salir a comprar". Pachas volvió con 2 botellas más y algo para picar.

¿Sumisión química?

"A las 9 de la noche, él sacó otra botella de vino, pero esta vez de su refrigeradora, me sirvió un vaso, tome un poco y me quede dormida, antes comencé a ver todo borroso, no sentía las palmas de mis manos, ni mi cuerpo; perdí la conciencia". La joven dice que cuando despertó se sentía desorientada, "veía lo que pasaba pero no podía hacer nada", afirma.  

Lezly despertó en la cama de Pachas. "Él estaba encima mío, desnudo sujetando mis piernas con sus hombros, me había bajado el pantalón y la truza hasta las rodillas, tenía la camiseta subida hasta el cuello y no tenía mi sostén. Él estaba penetrando mi vagina, no podía moverme, mi cuerpo no respondía, —suéltame, no quiero —le dije; pero no hizo caso, continuó. Me penetro en el ano, y grité", manifiesta la joven.

"Luego se echó en la cama y me jaló hacia él, yo sentía que me caía. Él sujetó mis manos y me mordió en el cuello muy fuerte, me hizo daño. Yo grité y le volví a decir —suéltame, no quiero; me dio dos cachetadas. —Dí mi nombre —me dijo. —¿Cómo me llamo?; y comencé a llorar."

José Eduardo Pachas Quispe en su declaración ante la policía ha dicho: "Ella sabía que ambos queríamos tener sexo." Con esta afirmación, hecha ante la Policía, Pachas, asume que penetró vaginal y analmente a Lezly Carrasco, sin mediar consentimiento expreso. Porque "ella sabía", no es lo mismo que: ella dijo sí.

Lezly dice que sólo pudo ponerse de pie cuando él la soltó. "Mi mente se apagaba por momentos, vomité, comencé a llorar; estaba desorientada. Vi mi celular, lo cogí, caminé como pude al baño, me encerré; volví a vomitar. Lloraba, temblaba, veía todo borroso, sólo quería estar a salvo". Lezly dice que le envió un mensaje a una amiga, pidiendo ayuda , pero no le contestó.

Un amigo va al rescate

Lezly logró comunicarse con un amigo, que fue a buscarla; la encontró sentada en el suelo: "Al verlo me aferré a sus pies y empecé a llorar a gritos, no podía hablar bien, ni siquiera podía contarle lo que me había pasado, sólo lloraba, sentía mucho miedo, estaba desorientada, adolorida, devastada. Había pasado por el momento más horrible de mi vida; subimos en un taxi y me volví a quedar dormida", afirma la joven.

Esa noche, Lezly durmió en casa de su amigo: "Estaba en shock, no quería hablar con nadie, cuando logré contarle lo que había pasado, le pedí que durmiera conmigo, no quería sentirme desprotegida. Horas después desperté y le pedí que me hiciera el amor, no sé ni por qué lo hice, yo no soy así; sólo quería borrar lo que me había pasado, quería acabar con esa sensación de asco, de haber sido utilizada".

¿Sexo después de una violación?

Decir la verdad ha hecho que la pericia psicológica del Ministerio Público ponga en duda la violación de Lezly: "Es muy extraño que una mujer violada sostenga relaciones sexuales luego de unas horas." Sin embargo, según diversos estudios psicológicos no hay un patrón y cada mujer reacciona de manera diferente al abuso.

Este es el ejemplo de una mujer que mantuvo relaciones sexuales luego de haber sido violada. El caso de Lezly, no es el único: "El proceso de Sandy, de 41 años, quien fue violada por un amigo, fue muy distinto. Tras el suceso, empezó a tener sexo con todos los hombres que podía".

Dos intentos de suicidio

Luego de la violación, Lezly se encerró en su habitación, es donde se sentía y, aún ahora, siente segura, pero también es donde intentó suicidarse dos veces. Desde febrero está en tratamiento psiquiátrico, tiene revisiones periódicas y le han prescrito varios antidepresivos. 

"Sólo con las pastillas estoy mejor, pero el dolor no pasa, por eso me encierro en mi habitación. Ni siquiera puedo ir a la universidad, él sigue yendo y cuando lo veo tiemblo, lloro...".

Inacción de la universidad 

Lezly informó de lo ocurrido a la Universidad del Callao, pidiendo el alejamiento o suspensión de Pachas; el rector, Baldo Andrés Olivares Choque, con el visto bueno de la oficina de Asesoría Jurídica del centro, le contestó que no podía hacer nada, "de conformidad con la Constitución Política del Perú y otros instrumentos legales de carácter internacional". 

Sin embargo, la universidad miente. He buscado párrafo, artículo, título o frase, de la Constitución Política del Perú respecto a este tema y no he encontrado nada. Lo que sí he encontrado es que cada vez hay más universidades, a nivel mundial, que toman medidas respecto al abuso sexual cometido por personas de su comunidad.

Si el rector Olivares "googlea" encontrará sin problemas diversos "instrumentos legales de carácter internacional" de los que él y sus abogados dicen que no existen. Por aquí le dejo uno, de tantos: el protocolo elaborado por el Ministerio de Educación de Chile para separar a los integrantes de su comunidad denunciados por abuso sexual.

Sin embargo, hace unos días, el Tribunal de Honor Universitario, le ha comunicado a Lezly  que interpondrán en proceso administrativo para ver si procede, o no sanción administrativa contra Pachas. Pero, esto, la asusta: "tengo miedo, de cómo hagan ahora las cosas, el tribunal podría citarme a declarar, incluso delante de Pachas. Me expondrán, me harán revivir todo y lo más probable es que me vuelvan a juzgar".

(Hasta aquí la historia de Lezly, la segunda parte de este blog contiene los documentos que la joven me hizo llegar y que demostrarían que —hasta el momento— la investigación de su caso no ha sido bien realizada)

Investigación policial deficiente y errada


Todo el proceso de denuncia y verificación de pruebas ha sido realizado con poca profesionalidad. Los documentos que adjunto a continuación, así como,  el informe de un perito particular lo demuestran.
Denuncia policial

Al día siguiente, de la violación, Lezly presentó denuncia en la comisaría de La Perla-Callao, a las 10:45 de la mañana

Exámenes

Médico legisla: lesiones vaginales y anales, marcas de succión en el cuello y rozaduras en las rodillas

Toxicológico

No encuentran restos de alcohol ni drogas 

Errores examen toxicológico

Ex perito forense policial, Domingo Santiago Figueroa, afirma el examen toxicológico está plagado de errores:

1-. Demoraron 7 horas en obtener la muestra de orina (la denuncia fue presentada a las 10:45 de la mañana y el examen fue realizado a las 18:10 de la tarde).

2.- Se basa sólo en una prueba de orina para descartar la presencia de alcohol. Según estipula criminalística, tenían que haberle hecho una prueba de sangre

3.- No se respetó la cadena de custodia en la manipulación y conservación de la orina

4.- El examen da negativo para drogas, pero no dice para cuáles, a pesar que el  examen de cada droga requiere una prueba específica

5.-El análisis de drogas mal hecho —perjudica a Lezly— impide saber si le dieron alguna sustancia para someterla

6.- El examen del sarro ungueal (restos bajo las uñas) tampoco es preciso. Para el perito es NULO

7.- Tras la denuncia José Pachas fue tenido. En la lavadora de su casa se encontró el sostén de Lezly, pero, la policía no buscó pruebas, como las botellas de alcohol —que habían bebido— o los medicamentos con los podría haberla dormido

Pericia Psicológica del Ministerio Público

A todos los errores e ineficiencia de la investigación policial, se suman los prejuicios de la pericia psicológica del Ministerio Público, realizada por la doctora Rosa Vega Miranda. 

1.- Según la psicóloga, Lezly no está psicológicamente afectada por la violación

Sin embargo, tras DOS INTENTOS DE SUICIDIO, la psiquiatra particular que la le diagnostica depresión y la medica. 

2.-La psicologa del Ministerio Público afirma que Lezly no sufre daño psicológico, porque luego de haber sido violada tuvo sexo con un amigo.

Sin embargo, la OMS, en su informe, "Comprender y abordar la violencia contra las mujeres", señala que tras una violación, cada mujer tiene reacciones diferentes: "algunas se exponen a conductas sexuales de riesgo y hasta intentan suicidarse"

Otra cosa que podría explicar la conducta sexual de Lezly, luego de haber sido violada, podría ser "la sumisión química", en la que normalmente se utilizan "benzodiazepinas (valium, orfidal, tranxilium, diezepan), escopolamina(conocida comúnmente como burundanga), éxtasis líquido o rohypnol. Sustancias que provocan somnolencia o desinhibición del comportamiento..."

3.- La pericia psicológica dice —alegremente— que Lezly muestra sentimientos de culpa

La psicologa del Ministerio Público desconoce que las mujeres violadas, siempre se sienten culpables. Según una investigación de la Universidad de Malaga- España, las víctimas de violencia sexual experimentan culpa debido a la "cultura del honor"basada en la fidelidad femenina y en la importancia de una buena reputación

4.- La psicologa cuestiona la madurez sexual y emocional de la joven porque sale a beber con amigos, y porque no usa protección ni métodos anticonceptivos 

Y, me pregunto, ¿qué tiene que ver todo eso con haber sido violada? ¿O sea, si sales, bebes con amigos, no usas métodos de prevención, ni pastillas y te fuerzan a tener sexo: estás pidiendo a gritos que te violen?... ¡Plop y replop!

INEPTITUD Y FALTA DE PREPARACIÓN

Después de la violación y de la estigmatización que ha sufrido Lezly por explicar su verdad sin tapujos, una vez más, ha quedado claro, que:

1.- Los operadores de justicia del Perú no están preparados para atender a una mujer víctima de violencia machista. Continúan mirándola como la que "provocó" la situación de peligro. Aún no les entra en la cabeza que NO es NO. 

Deberíamos aprender de Suecia, donde sólo sirve el consentimiento positivo de una mujer para mantener una relación sexual, donde, si a la mitad del acto, la mujer dice que no y el hombre continúa esto ya es una violación. Por eso, si Suecia tiene una de las tasas más altas de violencia sexual, no es porque violen más, sino porque la justicia de ese país protege la integridad de las mujeres.

Julian Assange está acusado de violación en Suecia, él tuvo una relación consentida con una mujer pero luego tuvo sexo con ella mientras estaba dormida.

2.- En Perú aún no hay un protocolo oficial para atender las denuncias contra los delitos de violencia de género, no lo tiene la policía, ni lo tiene el Ministerio Público. Una fuente del Ministerio de la Mujer así me lo confirmó, además, me dijo:  —"por más que hagamos cursos a los policías estos siempre son cambiados de destino y así nunca hay efectivos verdaderamente formados y con experiencia para atender estos casos".

Todo esto es muy grave, porque si una mujer no va acompañada de un abogado o de alguien que sepa sobre el tema, la pasará lo que a Lezly, le harán lo exámenes mal y a destiempo; y así estos delitos machistas siempre quedarán impunes.


Este blog también ha sido publicado en: teleoLeo.com